La historia

Aman New York Residence

A lo largo de los años, Aman ha ejercido de guardián de algunos de los entornos naturales e históricos más bellos del mundo. Aman New York es el fruto de un proyecto de restauración meticuloso pero consciente, dirigido por el colaborador de Aman y aclamado arquitecto Jean-Michel Gathy, de Denniston, y continúa esta tendencia, con la que insufla una nueva vida a uno de los monumentos más notables de Manhattan.

El Crown Building se alza en la esquina de la Quinta Avenida y la calle 57. Se construyó en 1921, en una época de cambios revolucionarios: los felices 20 prometían una nueva época de avances e independencia, y las mansiones al sur de Central Park dejaban paso a los ya célebres rascacielos neoyorquinos. El magnate empresarial y filántropo August Heckscher adquirió el solar en 1913 y en 1919 encargó a Warren & Wetmore, los emblemáticos arquitectos de la Grand Central Station, que dieran vida a su concepción de una «catedral del comercio».

Esto es lo que hicieron, amoldándose de forma magistral a la estricta normativa urbanística de la época. Tras la finalización, el crítico C. Matlack Price alabó su enorme éxito y comparó el edificio con «las grandes construcciones babilónicas, con terrazas y jardines que flotaban a decenas de metros del suelo». El nuevo Heckscher Building, como se denominó originalmente, se alzaba desde una base similar a un podio, coronado por una torre chapada en cobre, con una fachada neoclásica y detalles en estilo renacentista francés.

Sobre el fastigio con forma de corona que culmina el edificio (que sería la característica que le diera nombre posteriormente) había una veleta chapada en oro de más de 3,6 metros con forma de gallo, que fue todo un símbolo del progreso hasta que se retiró en 1942 para darle un uso más noble: se fundió para financiar la participación del país en la guerra.

El edificio es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura «Beaux-Arts» edificados en los Estados Unidos y no tuvo demasiados problemas en encontrar inquilinos ilustres que habitasen sus distintas plantas. Los anuncios en prensa que publicitaban sus espacios aparecían en forma de cartas firmadas por August Heckscher, que comentaba: «El cruce en el que se alza este edificio siempre será el punto más valioso y codiciado; no hay mejor ubicación en Nueva York». Esta reputación se consolidó en el año 1929, cuando el edificio se convirtió en la primera sede del Museo de Arte Moderno (MoMA).

Con el transcurso de las décadas, el prestigio y el valor del edificio fueron aumentando, tanto que su dirección acabó siendo sinónimo del lujo inmobiliario en Manhattan. A principios de la década de los 80 se le cambió el nombre a Crown Building y el diseñador de iluminación Douglas Leigh recibió el encargo de iluminar y decorar su fachada ornamental, para lo que utilizó más de 110 litros de oro líquido.

El encanto del Crown Building siguió atrayendo a las marcas comerciales de mayor lujo, aunque en los siguientes 25 años el inmueble cambió de manos varias veces. En 2015, casi exactamente 100 años después de que August Heckscher adquiriese la propiedad, Vlad Doronin, presidente y CEO de Aman, compró el edificio. Esto representó el inicio de un nuevo capítulo: la monumental restauración del inmueble y su transformación en un santuario urbano de Aman comenzó en 2017, y en agosto de 2022 Aman New York dio la bienvenida a sus primeros huéspedes.

En la actualidad, el Crown Building sigue manteniendo vínculos con sus orígenes comerciales, ya que en sus plantas inferiores se encuentran las tiendas insignia de algunas de las principales marcas de lujo. Sin embargo, a partir de la planta séptima, el Crown Building se convierte en el hotel Aman New York, con sus 83 suites. En la cumbre del edificio, 22 excepcionales residencias Aman redefinen la vida urbana con unas vistas incomparables de Central Park, lo que cierra el círculo del monumento ahora que la élite de la ciudad vuelve a encontrar su hogar en este cruce de Midtown.