Bajo una misma luna
Deje que Aman y los cuerpos celestes le guíen en su viaje a casa durante esta temporada festiva.

La fachada neoclásica del edificio, coronada por una torre digna de un castillo del Loira, además de sus detalles en estilo renacentista francés, lo convierten en uno de los mejores ejemplos de arquitectura «Beaux-Arts» de los Estados Unidos en la actualidad.
El Crown Building, que antaño se llamaba Heckscher Building en honor del filántropo August Heckscher, fue la primera sede del Museo de Arte Moderno (MoMA), entre 1929 y 1932.
El MoMa se inauguró de la mano de su director Alfred H. Barr Jr. con apoyo de la familia Rockefeller, con una exposición de 101 obras de Cezanne, Gauguin, Seurat y Van Gogh.
Sobre el fastigio con forma de corona que culmina el edificio (que sería la característica que le diera nombre posteriormente) había una veleta chapada en oro de más de 3,6 metros con forma de gallo. «Le Coq d'Or» fue todo un símbolo del progreso hasta que se retiró en 1942 para darle un uso más noble: se fundió para financiar la participación del país en la guerra.
Con el transcurso de las décadas, el prestigio y el valor del edificio fueron aumentando, tanto que su dirección acabó siendo sinónimo del lujo inmobiliario en Manhattan. En 1983, se le cambió el nombre a Crown Building, y el diseñador de iluminación Douglas Leigh recibió el encargo de iluminar y decorar su fachada ornamental, para lo que utilizó más de 110 litros de oro líquido.