Los pabellones con piscina de Amanyara, de 65 metros cuadrados, están rodeados por la vegetación de la isla y cuentan con piscinas infinitas privadas y amplios espacios para tomar el sol de madera para pasar tardes de relax con la máxima privacidad. Estos pabellones, inmersos en la vegetación, tienen techos altos y grandes ventanales panorámicos que integran el interior y el exterior e inundan de luz los dormitorios extragrandes, las zonas de estar y los cuartos de baño privados. Sus acabados con madera natural y una paleta de colores neutros crean un ambiente relajante, complementado con bañeras profundas que invitan a disfrutar de un momento de calma.